"Ninguna, ninguna, ninguna como, ninguna como yo cuando hacemos el amor...". Y es verdad, no hay ninguna como ella, pero en la saloma, porque Gilda Cárdenas tenía tremenda voz y una carrera magistral, respetada e impecable en el mundo de la música típica.
Hace 16 años que sus ojos se apagaron. La cantalante de Los Plumas Negras falleció en un accidente automovilístico en el año 2006, luego de una presentación musical en la localidad de Sabanitas, Colón, rumbo a la ciudad capital. En el accidente resultaron heridos dos integrantes del conjunto.
Gilda comenzó su carrera artística en el grupo de Atilio González, y posteriormente en los conjuntos típicos de Ernesto Herrera, Gustavo Tejada y Manuel de Jesús Ábrego padre. En ese momento adquirió fama y fue reconocida por su voz como una de las salomadoras más destacadas de la música típica panameña, a la par de Leonidas Moreno.
En 1989, se unió al conjunto Los Plumas Negras, tras la renuncia y recomendación de la antigua cantante del grupo, Lucy Quintero. Se convirtió en la voz femenina del grupo y grabó más de 15 discos compactos. Tras la muerte de Victorio Vergara en 1998, siguió en el conjunto.
Cárdenas fue la creadora del baile llamado "El trapiche".